La compra de Alitalia podría cerrarse después del verano. Al menos, así lo cree el periódico italiano Il Messaggero, que publica el rumor más potente del momento: el consorcio franco-holandés AirFrance-KLM se ha puesto de plazo hasta septiembre para cerrar la operación. Este ya posee el 25% de la compañía aérea vecina, y podría llevar estudiando desde 2008 la integración de ambas. Parece que el grupo consultor transalpino Labanca Lazard se encarga del cálculo del calendario y los costes que la absorción supondría.
De hecho, en la semana se espera una venta bursátil de acciones de Alitalia, en la que AirFrance-KLM podría tener un papel primordial (atención a ese movimiento), siempre que los accionistas de la compañía italiana no ejercieran suficientemente su derecho de adquisición preferente. No obstante, parte de la clase política transalpina se opone a que se produzca esta operación. Otro escollo, menor pero no menos importante, es el de Silvio Berlusconi, cuya cerrada oposición (ya desbarató una anterior posibilidad de compra) puede deberse más a su necesidad de aumentar su popularidad de cara a las próximas elecciones.
A favor juega el candidato del Partido Demócrata, Pierluigi Bersani, quien ha reconocido que «la integración internacional es necesaria para asegurar el futuro de la empresa». Por su parte, el hasta hace poco jefe del Ejecutivo italiano, Mario Monti, no ha querido «cerrar la puerta a los extranjeros», tal y como señala Il Messaggero, y ha abogado por ver las alternativas y las perspectivas económicas de la aerolínea.
En cuanto a la marcha de la compañía italiana, Alitalia volvió a lograr cifras positivas en el tercer trimestre, aunque arrojó pérdidas durante el primero, al reportar beneficios de 27 millones de euros (35.2 millones de dólares), por debajo de los 70 millones de euros vistos el año previo. La deuda neta se elevó a 923 millones de euros a fines de septiembre, un aumento de 61 millones de euros respecto a fines junio.
De hecho, en la semana se espera una venta bursátil de acciones de Alitalia, en la que AirFrance-KLM podría tener un papel primordial (atención a ese movimiento), siempre que los accionistas de la compañía italiana no ejercieran suficientemente su derecho de adquisición preferente. No obstante, parte de la clase política transalpina se opone a que se produzca esta operación. Otro escollo, menor pero no menos importante, es el de Silvio Berlusconi, cuya cerrada oposición (ya desbarató una anterior posibilidad de compra) puede deberse más a su necesidad de aumentar su popularidad de cara a las próximas elecciones.
A favor juega el candidato del Partido Demócrata, Pierluigi Bersani, quien ha reconocido que «la integración internacional es necesaria para asegurar el futuro de la empresa». Por su parte, el hasta hace poco jefe del Ejecutivo italiano, Mario Monti, no ha querido «cerrar la puerta a los extranjeros», tal y como señala Il Messaggero, y ha abogado por ver las alternativas y las perspectivas económicas de la aerolínea.
En cuanto a la marcha de la compañía italiana, Alitalia volvió a lograr cifras positivas en el tercer trimestre, aunque arrojó pérdidas durante el primero, al reportar beneficios de 27 millones de euros (35.2 millones de dólares), por debajo de los 70 millones de euros vistos el año previo. La deuda neta se elevó a 923 millones de euros a fines de septiembre, un aumento de 61 millones de euros respecto a fines junio.
Fuente:(Nomadistas)
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