El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, rechazó este miércoles que la economía del país haya alcanzado un nivel de mejora que permita relajar las drásticas medidas emprendidas para reducir la crisis, y anunció nuevas reformas para fomentar el crecimiento y el empleo.
Rajoy dijo en el Parlamento en el marco de su discurso sobre el Estado de la Nación que su primer objetivo sigue siendo "darle la vuelta a una situación" que colocó a España al borde del rescate el año pasado.
El discurso estuvo centrado en economía, pero Rajoy también usó la última parte de su intervención para plantear el endurecimiento de las penas para quienes se aprovechen de sus cargos públicos para enriquecerse, en medio de un presunto escándalo de corrupción en el seno de su partido.
Rajoy comenzó su discurso recordando a los 5.9 millones de desempleados que hay en España, y posteriormente esbozó las nuevas reformas destinadas, además de la creación de puestos de trabajo, a limpiar el sistema financiero y reformar sectores como la educación, la sanidad y la energía.
"Para quienes piden relajación (...) ni un solo minuto de relajación o sosiego (...) esto no ha hecho más que empezar (...) El camino hacia la creación de empleo es largo", sostuvo.
Rajoy dijo que mientras la tasa de desempleo no se sitúe por debajo del 15% -desde el 26% actual-, se incluirán bonificaciones a la Seguridad Social cuando se contrate a tiempo parcial a menores de 30 años, un grupo poblacional cuyos índices de desempleo rondan el 56%.
El gobernante español prometió además ampliar y estimular la actividad empresarial con fondos públicos, para lo cual se movilizarán recursos por casi 45,000 millones de euros (unos 60,000 millones de dólares).
Aunque los costos de financiación de la cuarta economía de Europa y la posibilidad de un rescate soberano se hayan reducido, los analistas creen que España no cumplirá su objetivo de déficit del 4.5% del PIB en el 2013.
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